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#EcoViernes Jornada 4: ¡Sí, sí, sí, Evapolar ya está aquí!

15 junio 2018 / Consejos
#EcoViernes Jornada 4: ¡Sí, sí, sí, Evapolar ya está aquí!

Esta jornada de los #EcoViernes es especial para aquellos de nosotros que unimos la conciencia medioambiental con la pasión por los gadgets del siglo XXI. Hoy hablamos, nada más y nada menos, que del climatizador evaporativo Evapolar, en su versión EvaLight.

A principios de semana recibimos en las oficinas estos aparatos a la vez tan simples y sofisticados y no pudimos esperar a echarle el guante a uno. Con el objeto de informarnos para publicar esta entrada pudimos hacernos, como veis en la imagen que encabeza este artículo, con un ejemplar color ‘negro mágico’, como lo denominan sus creadores. Sus otras dos variantes ‘azul real’ y ‘blanco perla’ no se quedan atrás en cuanto a ergonomía se refiere.

Para quien no lo conozca, este moderno cubo, diseñado por estudiantes de diseño chipriotas, se basa en el principio evaporativo del agua para enfriar un pequeño espacio a tu alrededor. La parte trasera del equipo está dotada de un ventilador que atrae el aire caliente de la estancia y lo redirige hacia el frente, desde donde sale ya húmedo y fresco. Pero… ¿qué pasa realmente entre medias ahí dentro?

Muy sencillo. El filtro interior del Evapolar contiene una serie de láminas altamente absorbentes que se alimentan del agua proveniente del depósito (acertadamente cubierto por una pantalla LED). El aire caldeado pasa a través de estas láminas, enfriándose y humidificándose antes de regresar a la estancia para nuestro confort y bienestar. El filtro ha de cambiarse cada varios meses pero no es perjudicial para el medio ambiente, al estar formado por materiales minerales.

¿Por qué han de desecharse los filtros? No solo por el uso continuado (¡y es que no podrás despegarte de él durante el verano!), sino porque estas láminas actúan como filtros del polvos y microorganismos varios. De este modo, Evapolar actúa como un humidificador, aire acondicionado y purificador del aire, ¡todo en uno!

Dada la naturaleza portátil del aparato, no requiere instalación alguna. Tan solo una fuente de energía, pudiendo alimentarse mediante una batería portátil (y, no nos engañemos, pocos hogares quedan en España sin una después del fenómeno Pokémon GO). La caja trae un cable con entrada universal y salida a USB, así como un adaptador de corriente para que puedas disfrutar de la brisa de Evapolar desde el primer momento.

Una vez encendido, la cara superior del cubo evaporativo nos permitirá personalizarlo a nuestro gusto. Los controles se componen de un botón retroiluminado y una rueda. Lo que se muestra por defecto es la temperatura que Evapolar detecta en la estancia y aquella a la que sale el aire, así como la potencia del ventilador. Aviso a navegantes: la máxima potencia es particularmente ruidosa, pero no es necesaria. El ventilador a algo menos de media potencia, o incluso a un 25% de capacidad, retiene toda su capacidad climatizadora con todo ruido reducido a un mero susurro.

Contiene un ‘modo sueño’ que apaga la luz del aparato y reduce el ventilador al mínimo hasta que volvamos a acceder al menú. Puede conseguirse el mismo resultado manualmente, aunque esta función siempre es bienvenida.

La siguiente función es especialmente peligrosa para aquellos con facilidad para distraerse con luces de colores. Y es que podemos elegir el color y tonalidad del LED del depósito a través de la rueda. Por supuesto, ninguna gama de colores se ha pasado por alto. Azul, rojo, naranja, morado…

Si seleccionamos el sol cuando aparece en pantalla podremos regular la intensidad de la luz.

Ofrece la posibilidad de alternar entre grados Celsius y Fahrenheit. Los chicos de Evapolar buscan que su creación tenga el mayor impacto posible y que las diferentes escalas no sean un obstáculo a la hora de disfrutar de nuestro microclima particular.

La última función nos permite activar las notificaciones en caso de que el depósito se vacíe. Nuestro Evapolar nos avisará cambiando de color para llamar nuestra atención.

¿Nuestro veredicto? En esta semana que hemos tenido el Evapolar nos hemos dado cuenta de la calidad y el mimo con el que está hecho. La brisa que ofrece es natural. Si bien el precio puede parecer elevado, la primera vez que inspiras el aire humedecido que desprende te das cuenta de que has tomado una muy buena decisión. Incluso al cerrar los ojos da la sensación de que te encuentras en la playa, obviando la falta de arena en tus zapatos y haciéndote olvidar la cuestión universal «¿dónde pongo la sombrilla?»

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